viernes, mayo 25, 2012

Cartas de un viajero: 5ª Carta


El viajero de la flecha me llaman, porque con plumas adorno la raíz que ocupo de bastón.
Yo siempre les digo que escogí la raíz como respaldo de mi viaje, porque es muy difícil ver una raíz moverse.
Y también lo hice para llevar con paso firme y seguro cada uno de mis pasos.
Ligero pero confiado, mi bastón es lo que quiero que sean mis ideas. Robustas raíces arraigadas a la tierra, capaces de sostener árboles gigantescos,  proyectos y trabajos.
Pero las plumas en la punta, muestran mi espíritu libre, despreocupado por los asuntos de dioses y mortales. Plumas que alguna vez fueron las largas y hermosas alas de algún ave. Seres cargados con la libertad, las ideas y los sueños.
Soy parte de “la sociedad de las plumas caídas”, almas atrapadas en la dicotomía de las raíces emplumadas, de lo construido con nubes, de lo inmaterial imperecedero.
Un constructor de nidos, un ladrón de ideas, un amante eterno, un viajero errante.


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