miércoles, agosto 05, 2015

Tras la Camanchaca.

"Como era de costumbre, la bruma no se levantó hasta que dieron las diez de la mañana. En el mar le llamaban así a la niebla espesa que se posaba sobre el mar y la arena, al interior, allá en el desierto, le llamaban camanchaca."

Así comienza "Tras La Camanchaca", historia pensada desde las arenas del desierto más árido del mundo. La explotación del salitre determinó buena parte de las riquezas de un chile que entraba al siglo veinte como potencia exportadora. Pero para lograrlo, antes, frente a las costas del pacífico se desató una guerra que enfrentó a hermanos latinoamericanos. Los aliados durante el periodo independentista de las colonias españolas, ahora se enfrentaban por un trozo de territorio que ocultaba bajo su superficie la sustancia que revolucionaría la industria europea. Hablo de la pampa de Tarapacá, y el salitre.
En Iquique hay una duna de arena enorme llamada "Cerro Dragón", y sin saber cómo estos míticos animales dominan el imaginario colectivo de la ciudad. ¿Qué pasaría si en realidad, estas criaturas mágicas existiesen? ¿Y si le hubieran ayudado a los chilenos a ganar la guerra del pacífico? ¿Qué pasaría su estos se esconden en el desierto de Atacáma, tras un muro de camanchaca, en la mítica ciudad de "El Dorado".
La historia oficial nos habla de una guerra entre dos naciones aliadas en secreto, y un país que defendía los intereses de los privados. "Tras la camanchaca" nos lleva a este inhóspito paisaje de la mano de Alejandro Espejo, un campesino que arriba a las salitreras con lo puesto, buscando cumplir un sueño, sin saber que se cruzaría con grandes personajes como Santiago Humberstone, y con las misticas criaturas que se esconden tras la camanchaca.

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