sábado, julio 07, 2012

Cartas de un viajero: 19ª Carta.


He viajado incluso entre la mugre, lo frio, lo opaco. 
Lo falso, lo enfermo, lo fino, lo eterno.
He quedado atrapado en los monstruos de acero.
He caminado entre los codiciosos y los embusteros. 
Lo burdo, lo grotesco. Lo que llaman urbe.
Mis pies cansados hallaron cobijo, pero mis manos y rostro envejecieron 10 años, por cada día que pasé en lo urbano.
El cemento y el asfalto no dejaban que mis pies tocaran la tierra… solo polvo… no tierra.
El humo no dejaba que respirara aire, y el acero era frío e inerte, no como los árboles, que crecen y corren por el bosque.
Pero descansé. El grito de la combustión de los motores facilitan mi andar…¿Pero a qué precio? ¿A ser yo también una pieza del frío y duro metal? ¿a tener que cubrir mis pies del cemento, para no sangrar? 


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