lunes, julio 02, 2012

Cartas de un viajero: 18ª Carta.


Esta noche no he podido dormir. El camino me ha llamado. 
He visto a los amantes de la luna deambular perdidos, 
cansados de la vida.
Se esconden de la luz, del hermano sol. 
Esconden sus miedos y preocupaciones en la delgada 
y oscura noche.
Esa que no dura mucho, pero los hace vivir por siempre.
Esa que no deja a las aves volar, pero que abre los cielos, 
para poder ver las estrellas.
La noche, que como un remolino, nos confunde y aparta del camino.
Solo quedan tres cartas más, y esta está dedicada a mi familia. No solo gracias a ellos logré oír, 
sino que con ellos comenzó el viaje. 
Sin ellos no podría haber visto más allá de mis propios pies, 
y ver el horizonte, el camino.
Gracias, les envío esta carta, no solo a ustedes, 
a todo quien levante la mirada y pueda ver a lo lejos, 
cómo el camino se tuerce y guía a lo más recóndito 
de la experiencia humana, la sabiduría.


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