martes, junio 19, 2012

Cartas de un vieajero: 15ª Carta.


Crucé entre los trabajadores exiliados, como un fantasma. Vi su simpatía, pero también su pena. Trabajan sabiendo que, cuando el sol se ponga, y no permita que pueda seguir con mi camino, ellos no tendrán la calidez del hogar.
Ante mí, un monstruoso ser, con brazos de hierro, movido por fuego y veneno, trabaja junto a ellos. “Hidráulico” dijo uno, que vivazmente presintió mi espectral esencia.
Criaturas “Hidráulicas”, con corazón de hombre, trabajan codo a codo con los exiliados, los aventureros, y los que no tuvieron más oportunidades, que ser trabajador.



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