Una vez vi nacer
un tornado.
No nacen del
aleteo de las mariposas, como todos dicen. Las mariposas son hijas de los
tornados. Ellos nacen del fuerte movimiento de las alas de los dragones.
Esos que viven
más allá del horizonte, y duermen bajo el océano.
Nadie sabe de
dónde han venido. Muchos piensan que vivían en las estrellas, y cayeron en
grandes bolas de fuego. Otros, que salieron de las entrañas de la tierra,
arrastrándose por la boca de los volcanes en erupción.
Desde el camino
he visto sombras pasar por sobre mis pasos. Sueños de días de fantasía. He
inclinado mi cabeza hacia lo alto, pero no hay más que nubes y plumas.
Sueño con estas
criaturas rojas, para que me acompañen en los febriles rincones del camino,
para ser mi maldición y compañía.
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