domingo, junio 13, 2010

Una Vez hablé con Dios

Una vez hablé con Dios. Charlamos sobre muchas cosas y tomé un poco de las frutas que aún crecen en el Paraiso. Hablamos sobre profanos y divinos, sobre las revoluciones en otros lados de la galaxia y de cuanto demoró pensando armar mi propio sistema circulatorio. Sus ojos mostraban la paz, esa que todos buscamos, y que solo encontramos en día de nuestra muerte. Aquella que solo nos la puede devolver el vacío. Pero en un rincón de sus ojos noté preocupación por algo.

-¿Qué es lo que te preocupa Dios? - le pregunté

-Lo haz notado - respondió - un solo temor me embarga en este momento hijo mio.

-¿De qué se trata? - le pregunto, ahora preocupado.

-Creo que a unos ángeles les dio la fiebre porcina. Espero no contagiarme.

Luego de eso conversamos sobre más cosas que a mi me preocupaban. Él me dio consejo y luego volví a casa.

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